"Requiem por un sueño", espiritualidad posmoderna
Si nos fijamos en su [breve] filmografía descubrimos cuales son los componentes básicos de su fe:
1. La espiritualidad hebrea: una forma de dar orden al caos del universo a través de la abstracción numérica.
2. La filosofía zen: la existencia de la inmortalidad por medio de la aceptación de la muerte. Y una moral rígida basada en el equilibrio universal del karma.
Ambas formas de religiosidad tan distantes en muchos aspectos convergen en uno sobre el que se cimenta toda la obra fílmica de este director: EL EQUILIBRIO DEL UNIVERSO COMO MORAL Y ESTÍMULO.
Este hecho es evidente en Pi y en The Fountain. Pero sin embargo pocos han tratado este tema al hablar de Requiem por un sueño, una película enorme y poliédrica.
Requiem... ha sido catalogada por muchos como "cine social posmoderno". Basada en la novela homónima de 1978, escrita por Hubert Shelby Jr. (autor de, por ejemplo, Última salida Brooklyn) podría parecer que su temática principal son las drogas y el infierno que conllevan.
Sin embargo, Aronofsky va más allá. Porque en muchos sentidos Requiem... trata sobre la Adicción y de como ésta nos impide conseguir nuestros sueños.
La adicción a las drogas, a la televisión, al juego (atentos a la conversación que mantienen los dos enfermeros mientras intentan dar de comer a una inmensa Ellen Burstyn), al éxito, al sexo, etc.
Todas estos obstaculos que nos alejan de la pureza impiden a los protagonistas ser felices, alcanzar sus sueños.
Una tienda, la independencia, la felicidad de los hijos, la huida de la soledad, el amor de una madre... son imposibles porque para conseguirlos se recurre a los medios equivocados. No se busca la felicidad a través del equilibrio sino mediante las sustancias que el mundo moderno pone ante nosotros diciéndonos que son el camino más fácil.
Pero el universo tiende al equilibrio: [SPOLILER]
1. La madre en su búsqueda de compañía (a través de la televisión) se queda sola, idiotizada.
2. El hijo pierde un brazo (el cástigo típico inflijido a los ladrones... y recordemos que Jared Leto comienza el film robando una televisión).
3. La novia pierde su pureza, su moral, su orgullo. Hundida en las drogas.
4. El amigo pierde la libertad. Las drogas lo han alejado de su madre, del calor materno. Su castigo es la soledad.
Cuando Aronofsky da un repaso final a todos los personajes estos se colocan en una postura fetal. Han perdido, pero vuelven a empezar. Han regresado al comienzo pero en el camino han perdido algo.
[FIN DEL SPOLIER]
Podran decir que el estilo de la película es molesto, chirriante (como lo es la música)... pero va acorde a su mensaje: la adicción distorsiona la realidad. Sin embargo, la realidad tiende al equibrio.
Todos pierden. Y el equilibrio del universo se recupera.
Etiquetas: Darren Aronofsky, drogas, Requiem por un sueño
6 Comments:
Posteas siempre con mis temas favoritos! Es increible pero cierto..
Aranofsky es uno de los grandes, tanto Pi como Requiem for a dream son dos joyas audiovisuales. En Requiem el montaje, la fotografía, la stadycam buuuf son inmejorables!
Ví the fountain en el pase de prensa en Octubre en el festival de Sitges, no sé si en salas estará ya estrenada.
Es muy distinta a las otras dos, a mí me gustó aunque a ratos se me hizo un pelín larga. Jackman está estupendo y el "argumento" es mucho más delirante y onírico que en las anteriores pelis de Aranofsky. Eso si, a la estética un 10.
un besiiiiiiiin
By Unknown, at 2:45 p. m.
Delicioso y someramente acertado comentario el suyo. Aranofsky, sin haver visionado aún The Fountain (mamá miedo), me parece una caja de pandora, en la cual quieres mirar, pero su visionado produce efectos tan radicalmente extremos y estomacales que se necesita tiempo ulterior para la digestión (aunque se trate del decimo octavo visionado, sobra decir).
By Higronauta, at 10:02 a. m.
Estupendo análisis, el mejor que he leído sobre Aronofsky.
Precisamente, el problema de "The fountain" es que ese discurso religioso, que en la obra anterior de Aronofsky está solo sugerido (bueno, quizá en "Pi" era más claro), se hace demasiado evidente. Es como asistir a la representación de la Biblia personal de Aronofsky. Hay que reconocerle capacidad de riesgo y de entrega personal, pero le falta grandeza para afrontar una historia tan ambiciosa. No es Kubrick, vamos.
Un saludo!
By DECKARD, at 4:49 p. m.
Imprescindible post, vengo aquí por la recomendación de Deckard. Como dije allí, parece que somos minoría a los que nos ha gustado, pero al menos la defendemos de putísima madre.
Le acabo de enlazar por cierto.
By Dani Lebowski, at 7:25 p. m.
he caido por casualidad pero no voy a evitar hacerte un comentario. brillante la crítica de una película que me encantó desde la primera vez que la vi (y la he visto ya unas cuantas veces). Hipnotizante por los espectaculares primeros planos a los que el director no les tiene ningún miedo y por la música, excelente el Kronos Quartet...
Sólo puedo decir que no puedo estar más de acuerdo contigo en que si el ritmo de la película resulta agobiante es porque la adicción es en sí misma un estado mental y físico agotante en grado sumo...
Encantada de pasar,
H.
By Anónimo, at 3:09 p. m.
Me parece que el análisis realizado sobre la película si bien no es errado (cada uno se queda con lo que quiere de una película, y la destrucción es un aspecto de Requiem destacable), si cae en un discurso facilista sobre el mundo de las drogas, discurso moralista que alimenta el paradigma represivo en torno al tema "drogas"...sino vean el pto 4 que habla de que las drogas lo alejaron al negro de la madre y el "castigo" es la soledad...cosa por cierto errónea ¿En q momento se sabe que fueron las drogas las q alejaron al personaje del calor materno? quienes hayan visto las escenas eliminadas notarán que la idea de la pelicula es que la vieja se le murió a los 8 años...Ups, q interpretación moralista la del castigo se le escapó a quien publicó la nota!
By Anónimo, at 2:31 a. m.
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