Navidad, fun, fun, fun.

Lo primero: no odio la Navidad.

Ya se que es ir contra la opinión mayoritaria, pero es verdad. No es que me vuelva loco, pero tampoco me sale un sarpullido cada vez que veo a un tío vestido de Papa Noel, ni tampoco empiezo a despotricar cada dos por tres sobre la vergüenza que es que se comercialicen unas fiestas (¡oh!, los vendedores quieren vender, ¡será posible!).

El mundo está lleno de gente subida en sillas que no para de recordarnos qué falso es todo, que el espíritu navideño es una mierda, etc. Y yo no creo en el espíritu de la Navidad, pero siempre me ha dado por pensar que hay mucho de fachada en la actitud de esos tíos. Yo no me engaño pero tampoco soy un hipócrita.

Hago lo que suelo hacer con estas fiestas: hacerlas mías. Mis rituales, mis cenas familiares, mis amigos... No me meto en lo que hace el resto del mundo, es un asusnto personal mío y como tal carece de falsedad porque yo sé donde acaba lo ficcticio y empieza lo real.

Además, debo ser un caso raro pero quiero a mi familia (y nunca he tenido ningún problema con nadie de ella), además creo en su función social (no, en el sentido católico del tema sino en uno más... más... digamos que "siciliano"). Y como vivo lejos de los míos pues estas fechas tienen un poco de verdad.

Todo lo anterior viene a cuento porque quería pedirles perdón antes de felicitarles las fiestas. Y que sepan que lo hago de todo corazón.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Y para los amantes de la música por encima de los prejuicios les dejo una de las canciones de Navidad que te hacen amar la vida (aunque sea un poquito).

La incunmensurable Darlene Love cantando "Christmas (Baby Please Come Home)"



Y ahora marchemos todos juntos a casa de Moe a evitar que se suicidie por Navidad...