El lugar más feliz del mundo

Pyongyang es la ciudad más hermosa de la tierra.

Pocos extranjeros la han visto. Y pocos de sus habitantes han visto más allá de los grises muros comunistas que rodean este hermoso y libre país.

Allí viven más de dos millones de personas. Y todas son felices.

Pyongyang es una ciudad milenaria, hija del siglo XX. Como muchas cosas en ese país (¡patria de los oprimidos!) es una paradoja: fue destruida en la guerra contra los hermanos pródigos del sur y reconstruida por arquitectos soviéticos en los años 50's.

No hay canales extranjeros, no hay Internet, no llegan periódicos, nadie sale del país si no ha demostrado su patriotismo y su fidelidad a los padres de la patria... Corea del Norte es un país cerrado. Lo que más sorprende es el hecho de que NADIE sabe que hay al otro lado del muro. Una revolución es impensable porque no hay nada por lo que luchar: su realidad se ha convertido en la realidad del mundo. Corea es un mundo en sí.

En Pyongyang todos son voluntarios. Nadie sabe qué pasa con los que no son voluntarios, porque todo el mundo es voluntario. Barrer la autopista, entrenarse en su guerra contra el extranjero, cortar el césped a mano,... voluntarios movidos por el amor al líder.

Y también hay un hermoso metro del que los extranjeros sólo han visto dos estaciones.

En cada habitación de cada casa de Pyongyang hay dos fotos. En lo alto, y con el marco ligeramente inclinado hacia abajo, Kim Il-Sung y Kim Jong-Il velan para que todo el mundo sea feliz. Y en la calle todo el mundo lleva su insignia prendida de la ropa. Y en el trabajo los altavoces ladran consignas y palabras de aliento.

Hay quien dirá que no es más que un fachada reluciente (con rascacielos) de un edificio que se derrumba: un país donde la gente se muere de hambre. Pero no entienden que la grandeza hay que mostrarla (y las manchas de oxido taparlas con pintura)

La luz es escasa y, a pesar de ello, algunas tiendas tienen escaleras mecánicas que no han funcionado nunca. Por la noche sólo brillan las luces de las estrellas (y la quinta planta de un hotel donde se hospedan extranjeros).

Eso hace muy felices a los habitantes de Pyongyang.

Todo esto, y mucho más, es Pyongyang, la ciudad más feliz del mundo.

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Y Piongyang también es el nombre de un cómic de Guy Delisle.

Una de las mejores obras de la década.

Es como 1984, pero en asiático.