Glenn Ford, el actor que sabía quien era
Ayer (30 de Agosto) fallecía en su residencia de Los Angeles uno de los pocos supervivientes del cine clásico. Glenn Ford tenía 90 y un corazón débil.
Relacionado desde sus inicios con el "Western", casi constituyó un arquetipo del mismo: el hombre íntegro perseguido por la fatalidad, el cumplidor, una persona normal en un mundo extraño. Siempre el mismo papel (con muy pocas variaciones), pero siempre íntegro, siempre moral. Porque a veces Glenn Ford no actuaba, impartía clases de ética.
El punto crucial de su carrera (comenzada en 1937) fue, sin lugar a dudas, El hombre del Álamo (1953), tremenda obra maestra de Budd Boetticher. Después comenzaría una década dorada: Semilla de maldad (1955) Cimarrón (1960), Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962). En los 70' se refugió en la TV y aún pudo hacer algún papelito interesante en La batalla de Midway (1976) o Superman (1978) . Estaba retirado desde 1991.
Actor clásico y fiel a si mismo. Su mayor virtud era inspirar confianza: desde que aparecía en pantalla sabías que él era el bueno, que al final ganaría a los malos y que la tierra seguiría girando.
Además era capaz de decir cosas como ésta: "Me tengo que interpretar a mí mismo. No soy el actor que pueda interpretar a otra persona, como Laurence Olivier. Lo peor que podría hacer sería actuar en una obra de Shakespeare"
Descanse en paz.
Relacionado desde sus inicios con el "Western", casi constituyó un arquetipo del mismo: el hombre íntegro perseguido por la fatalidad, el cumplidor, una persona normal en un mundo extraño. Siempre el mismo papel (con muy pocas variaciones), pero siempre íntegro, siempre moral. Porque a veces Glenn Ford no actuaba, impartía clases de ética.
El punto crucial de su carrera (comenzada en 1937) fue, sin lugar a dudas, El hombre del Álamo (1953), tremenda obra maestra de Budd Boetticher. Después comenzaría una década dorada: Semilla de maldad (1955) Cimarrón (1960), Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962). En los 70' se refugió en la TV y aún pudo hacer algún papelito interesante en La batalla de Midway (1976) o Superman (1978) . Estaba retirado desde 1991.
Actor clásico y fiel a si mismo. Su mayor virtud era inspirar confianza: desde que aparecía en pantalla sabías que él era el bueno, que al final ganaría a los malos y que la tierra seguiría girando.
Además era capaz de decir cosas como ésta: "Me tengo que interpretar a mí mismo. No soy el actor que pueda interpretar a otra persona, como Laurence Olivier. Lo peor que podría hacer sería actuar en una obra de Shakespeare"
Descanse en paz.
3 Comments:
No era "Los Sobornados" la peli de Glenn Ford? Porque para mi no hay ninguna duda de cúal es la película que más me gusta de este actor.
By Anónimo, at 12:05 p. m.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
By Anónimo, at 12:05 p. m.
También "Los Sobornados" y también "Gilda". Glenn Ford hizo cine negro del bueno.
Saludos
By Roski, at 4:34 p. m.
Publicar un comentario
<< Home