Hace unos años unos evangelitas radicales dejaron un DVD en el buzón de un amigo.
ESE DVD CAMBIÓ MI VIDA.
Era una película. Con algo de presupuesto (no mucho), hecha con más voluntad que talento o medios. La cámara digital "cantaba" bastante, sobretodo en las escenas nocturnas. Y los actores (jóvenes acolitos brasileños... blancos) y el doblaje (ese hermoso español neutro/sudamericano) la hacía maravillosamente naif.
Se llamaba
La última batalla (no he encontrado el enlace con la imdb, aunque podría ser
éste) y tenía un argumento totalmente estúpido. Un decreto mundial que te obligaba a trabajar el domingo y si no lo hacías te torturaban y al final viene el fin del mundo... Bueno digamos que no era lo mejor.
Desilusionados por el hecho de que no fuese una porno (nadie regala pornografía) continuamos viéndola. Puro cine propagandístico, ofensivo, violento, agresivo. Su Dios no perdona, no hay tonos grises, sólo buenos y malos.
Tenía la capacidad retórica de una bofetada, pero aún así había una coherencia interna que la hacía temible: en los tiempos actuales, donde el relativismo ha triunfado, la intransigencia y firmeza de estos evangelistas me provocan verdadera inquietud.
Así que cuando se habla de lo malos que son los judios, del miedo que da el Islam, de las mentiras y fariseismos de la Iglesia. Cuando me hablan de eso... yo les digo que el verdadero enemigo del laicismo son estos tíos. Y que ignorarlos sería rendirse.
Y nada mejor para entenderlos que otro de sus medios propagandísticos:
los tratados chick, comics para conocer su visión del mundo. Allí va:

Da miedo... ¿no?
A que el Papa ya no os parece tan malo.
Ser buenos... y no os hagais masones.
Etiquetas: chick, evangelistas, propaganda