Disciplina inglesa
Dicho esto, he de confesar que no sigo una serie nacional desde 2002. Ninguna me engancha y la mayoría me desagradan. No es elitismo barato... simplemente he descubierto Internet en toda su esplendorosa luminosidad.
En primer lugar si sigues una serie extranjera que no está mal puedes aguantarlo porque raramente cada capítulo supera los 50 minutos. Si sigues una mediocridad española te tienes que tragar cerca de dos horas de mediocridad.
Además hay un salto de calidad evidente entre la producción nacional y la que se hace en el extranjero. Los defensores del audiovisual patrio lo achacan al presupuesto: los americanos tienen más público luego pueden gastarse más en hacer capítulos cada vez más caros. Los malinchistas blogueros hablan de la falta de talento de los guionistas españoles. En realidad yo creo que es cuestión de tiempo. Aquí se empiezan a adoptar los métodos yanquis de trabajo sobre el guión, pero la acumulación de tareas y la falta de supervisión hace que no se desarrolle totalmente el potencial de algunas ideas que podrían tener su público.
Y así llegamos al último pecado de la Industria: la falta de ambiciones. No se hace ningún producto original desde hace años. No hay el más mínimo espíritu transgresor y eso es un problema. Porque se puede aguantar que en España se hagan malas series, pero no soporto que en España las series hayan pactado con la normalidad.
¿Cómo se puede entender que Antena3 promocione La familia Mata como "la familia más irreverente de la televisión desde Los Simpson"? Porque hay millones de espectadores que se lo creen. Y contra eso no se puede luchar.
Sólo es posible el cambio a través de la crisis. Sólo con el descenso de la calidad audiovisual española será posible una renovación del medio. Lo dijo Marx, aunque refiriendose a cosas más serias y aburridas. Pero la idea queda aquí. El sistema televisivo nacional deberá quebrar algún día, a no ser que el público se trague lo que le echen lo cual es imposible [uihhhh... vaya escalofrío]
Por eso aplaudo cosas como el estreno de 700 euros. Cosas así marcan el camino que la producción televisiva debe seguir hacia las cotas más apestosas de excelencia.
¿Y después?
Pues no estaría mal fijarnos en la Pérfida Albión. Es decir, no son norteamericanos, pero hacen cosas de calidad. Y no son de los que van despilfarrando euros (en este caso libras) a puñados en cada escena. Podrás decir que tienen más mercado, pero claro es que cómo vamos a competir si el español sólo lo hablan 500 millones de personas (y además, en su mayoría son pobres).
Pero la apuesta británica por la ciencia ficción y los dramas urbanos les está dando muy buenos resultados. Ya es capaz de ofrecer los mejores productos del viejo continente, aunque eso no es difícil si tiene que competir con Austria (Rex) o Italia (Rex).
No sólo es el caso de Doctor Who o de Torchwood. Otras propuestas como Invasión jurásica sin ser de una calidad exagerada se defiende gracias a su arriesgada propuesta de mezclar ciencia ficción, cine de aventuras e intriga conspiranoica.
Hay casos extraordinarios. Una apuesta tan interesante como Jekyll merece una cerrada ovación. Casi comedia sin serlo, intriga conspiranoica (otra vez), terror suave y relajado, elegancia y algo de drama y aventura. Fuera de todo género queda como un divertimento inteligente y adulto lleno de momentos memorables.
Y eso que aquí hablamos de ficciones dramáticas. Hay toda una tradición de comedia que en la isla se domina con maestría y que es difícil exportar a pesar de que está demostrado que aquí, en España, gusta mucho (imprescindible la última edición en DVD de la primera temporada de A Bit of Fry and Laurie,... im-pres-cin-di-ble)
Hay pues, otra vía, otro camino que seguir.
Está la vía que nos lleva a copiar y a imitar la producción foránea. A quitarle todo rastro de originalidad y a darle una pátina de normalidad a todas las situaciones. El abuelo, los nietos, la cuñada andaluza... todos los tópicos tachados, estudios de mercado, televisión familiar.
Está la vía británica. La que nos lleva a, por ejemplo, Secret Diary of a Call Girl. Primero un blog de éxito y luego un libro. La serie peca de videoclipera, pero es imposible no rendirse a su espíritu abiertamente londinense, a su franca admiración hacia el lujo o la elegancia (cualidades denostadas por la producción española) o a sus toques de comedia adulta.
Secret Diary... narra la historia a una chica que se prostituye porque le gusta el sexo y no quiere trabajar. No es un mensaje feminista, pero al menos plantea un salto moral reconfortante. No hay reuniones familiares ni redenciones frente al precipicio. Sólo por eso merece ser vista.
Además Billie Piper está espectacular [No esperes verla en ningún canal español (ojalá me equivoque)]
Aquí podemos disfrutar de 700 euros. Al fin y al cabo es la misma historia, ¿no?
Etiquetas: Inglaterra, televisión
8 Comments:
Buenas observaciones.
En Gran Bretaña se considera a los actores y cómicos en particular como una élite intelectual (como Hugh Laurie y Stephen Fry, que tu mencionas, pero también los Monty Python, Rowan Atkinson , etc.) y con toda la razón: es una tradición muy rica, lejos de la pachanga española (con honrosas excepciones).
En cuanto a las series recientes están empezando a poner aquí Life on Mars y tiene buena pinta. Por supuesto soy un incondicional de las clásicas series de la BBC y de Granada, en particular la de Sherlock Holmes con Jeremy Brett.
By Evil Preacher, at 8:10 p. m.
Me adhiero a lo expresado por el Predicador. Mis últimos asaltos al mundillo audiovisual británico han sido bastante provechosos: Alló, alló, The Black Adder (imprescindible para la historia de la televisión su última temporada y ese último y desgarrador episodio final, que te hiela por dentro como sólo una comedia puede hacerlo) y the Office, claro.
Tener paciencia y buscar la fidelidad del espectador a través de la calidad tiene su rendimiento. A lo mejor cuando se haga una purga definitiva de todos los cargos intermedios de producción formados en el espíritu italiano o latinoamericano que han plagado las cadenas privadas con mayor producción de ficción podremos ver el cambio cualitativo. A lo mejor.
By Illuminatus, at 10:24 p. m.
Lo primero es lo primero. Muy buen articulo y muy buenas reflexiones Roski. Ahora al tema.
Los británicos hacen tele para los británicos, en España los italianos son los que nos hacen la tele. Además tenemos que sufrir formatos imposibles (comedias de más de una hora, lógico que acaben cansando), y faltas de respeto totales hacia el espectador con cambios continuos de emisión, interminables anuncios o la feísima costumbre de cortar los títulos de crédito.
Y el tema del presupuesto... todas las series que has nombrado son, si no me equivoco, de la BBC. La BBC se financia con un impuesto que todo poseedor de una tele debe pagar (unos 10 euros al mes creo). Esta claro que es un sistema que funciona y da buenos resultados. Y aquí llevamos años comiéndonos la cabeza para ver que hacemos con la deuda de TVE.
Un saludo compañero ¡
By ¿nombre¿, at 2:33 p. m.
No creo que haya una falta de ideas, de hecho creo que hay mucho potencial en España, se ve en algunos cortos por ahí. lo malo es que la industria televisiva no arriesga para nada. ni se atreve, ni tiene ganas. Más de lo mismo para el cine.
By Estrellita Mutante, at 5:13 p. m.
EVIL PEACHER: en España han comprado los derecho de "Live on Mars" y A3 va a hacer su propia versión celtibérica. Eso da miedo.
ILLUMINATUS: "Black Adder" lo he seguido esporádicamente y me ha parecido siempre una serie inteligentísima. "The Office" es otro ejemplo del buen momento de la ficción inglesa (si hasta los americanos compran sus derechos)
ALEX_X: no son todas de la BBC. Pero aún así si que es verdad que hay que replantearse el modelo de televisión pública que queremos. Últimamente es una vergüenza el bombardeo de autopromoción de TVE en sus telediarios. Es un servicio público: no debería regodearse en su audiencia y, sobre todo, no debería llenar su telediario (uno de los mejores) de noticias sobre ella misma. Le falta elegancia.
ESTRELLITA MUTANTE: Estoy totalmente de acuerdo. Es un problema de voluntad y de valentía. Pero esto no va a cambiar porque las series nacionales siguen arrasando. ¿Para qué cambiar? ¿Para qué arriesgar?
By Roski, at 10:24 a. m.
Mucho miedo: lo vi en la Wikipedia y me dio una razón de más de alegrarme de no vivir en España. Dicen que, en lugar de 1973 la acción se desarrollará en 1976, en plan transición y Cuéntame. En la serie inglesa la brutalidad policial del pasado choca al comisario moderno; en España, en ese contexto la lectura sería muy diferente ¿cómo tratarán el "atado y bien atado" en teniendo en cuenta la actual de resistencia a la ley por la ciudadanía y a de memoria histórica? ¿qué visión se dará del terrorismo tardofranquista?
Por otro parte, uno de los puntos esenciales de la serie de la BBC es enterarse, en el último capítulo, de qué le ocurre realmente al protagonista; en la adaptación ya lo sabremos desde el principio al emitirse, obviamente, más tarde que la otra.
Ya que mencionais Black Adder, quisiera dejar caer que su creador, Rowan Atkinson, hizo en 2004 retroceder al poder legislativo británico que pretendía aprobar una ley que protegía la estupidez religiosa: gran hombre.
http://news.bbc.co.uk/1/hi/uk_politics/4073997.stm
También quiero mencionar otra serie de la BBC de bajo presupuesto y genial: El enano rojo
By Evil Preacher, at 1:06 p. m.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
By Anónimo, at 10:05 a. m.
Todas nuestras esperanzas están depositadas en Plutón BRB Nero, que empieza mañana. Dice mucho sobre la televisión patria que un formato que en EEUU o Gran Bretaña sería de lo más normal aquí quede relegado a La 2 y fuera del Prime Time, como si fuera algo experimental.
Como también nos falle Álex de la Iglesia, más nos vale emigrar definitivamente... a Londres, claro, no a EEUU.
Un saludo!
By DECKARD, at 12:24 a. m.
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