Bergman y el gafapastismo
Siempre ha estado de moda meterse con Bergman. Ahora lo llamamos "director gafapasta" y antes era un "director para pedantes". El vocabulario avanza, los prejuicios permanecen.
Evidentemente no es un director fácil y sus seguidores (o los seguidores de ese tipo de cine) siempre han sido muy fanáticos. Pero también son fanáticos los heavys, por ejemplo.
Yo soy tolerante a todos los niveles. Ayer la blogosfera se llenó de post sobre el tema: o se mofaban del gafapastismo (entiéndase como pedantería posmoderna) o lo ensalzaban como un genio sin igual. Ese es el problema: no hay termino medio... amor y odio.
Por eso van unas consideraciones:
1. Creo que era mejor guionista que director.
2. Aunque les duela a muchos es el padre del cine europeo. Antes de él había poca cosa. Abrió la senda de un cine pedante y transcendente que es hoy en día la marca europea.
Ese es el gran problema: hoy en día en Internet se está redactando la "otra" historia del cine: cine juvenil de los 80', zombies, serie B espacial, Godzilla,... Bergman no encaja. Ahora es él el marginado (al menos a este lado de la blogosfera). Pecamos de talibanismo: no sabemos aceptar otros caminos y otras sendas.
A mi me gustan las primeras películas de Godzilla y también El séptimo sello. Se reconocer los niveles. El problema de tener un púlpito (un blog) es que podemos empezar a sermonear y a empezar a crear una VerdaD que choca con otras verdades.
Somos estilítas que se suben a una columna en un desierto de códigos binarios.
3. No me gusta el cine de Bergman. Sólo encuentro interesantes (incluso muy interesantes) las películas de los 50's (El séptimo sello, El manantial de la doncella y Fresas salvajes) y las últimas (Fanny y Alexander y Las mejores intenciones)
Los 60's me marean profundamente. Y en los 70's creo que perdió el rumbo.
Pero respeto a quienes les gusten películas como Persona (ya ven que me resisto a subirme a mi columna). También espero respeto si digo que Zombi es un peliculón o que El hombre tranquilo es una de las cosas más maravillosas del mundo. A veces olvidamos que el cine es un espectáculo/arte tremendamente subjetivo.
Eso sí: no soporto a Antonioni.
Etiquetas: cine, gafapastas, Ingmar Bergman, oblituario